Friday, 30 April 2010

Tras Bambalinas de un vuelo Low Cost

La rutina de los asistentes de vuelo en un día ordinario de trabajo, podría compararse, a la presentación de una obra de teatro, más específicamente, de un musical.


ACTO I

Todo comienza 45 minutos antes del primer vuelo del día, la tripulación debe presentarse al briefing pre-vuelo, correctamente uniformado. Ellas con el cabello, meticulosamente, recogido en un donout o french roll, maquilladas, uñas pintadas. Ellos afeitados, bien peinados y uñas limpias (sí, al igual que en el servicio militar, todos los días nos pasan revista). El sobrecargo se presenta y explica los pormenores del día (cantidad de vuelo, duración de cada uno, cantidad de pasajeros previstos). Luego, a cada miembro de la tripulación le hace 3 preguntas (2 relativas a seguridad y otra sobre primeros auxilios), que deben ser respondidas correctamente si se quiere volar. El acto termina con la presentación de la tripulación técnica (pilotos) que nos informan sobre las previsiones del tiempo en ruta y en los aeropuertos de destino.



ACTO II


Ya en el avión, hacemos una inspección de seguridad a todos los recobecos del avión y verificamos que tengamos suficientes insumos (revistas, papel higiénico, jabón, servilletas, etc). Mientras, el Nº 4 está en la puerta de embarque, esperando para escoltar los pasajeros al avión. Llegan los pasajeros, el nº1 y nº2 verifican que los pasajeros que suben al avión lo hacen para el vuelo correcto (se han visto casos de gente que, cuando aterriza en Bélgica caen en cuenta de que el avión al que subieron no iba a Alemania). El nº3, en el centro de la cabina, convida a la gente a escoger sus asientos rápidamente y a dejar el pasillo libre para que otros puedan embarcarse. Todos a bordo y sentaditos, hacemos un conteo manual para verificar que tengamos la misma cantidad de pasajeros que aparece en el manifiesto del personal de tierra, se cierran las puertas y es cuando de verdad comienza el show. El sobrecargo hace un anuncio de bienvenida presentando a los miembros de la tripulación (de cabina y técnica), así como la indicación de la duración estimada del vuelo y solicita la atención de los presentes a la demostración de seguridad. Hacemos la demostración, al son de una grabación que cambian cada 3 a 4 meses (para que no nos aburramos, supongo), mientras los pasajeros conversan entre ellos, mandan sms's o leen el periódico. Se cierra el acto con la preparación de la cabina para el despegue y el anuncio del capitan Cabin Crew seats for depature...

ACTO III

Después del despegue, el primer "ding" que se oye en la cabina, nos avisa que es seguro dejar nuestros asientos, y es cuando comienza una delicada coreografía; mientras el nº1 y el nº2 hacen un inventario de la mercancía que hay abordo, nº3 y nº4 se colocan su mejor sonrisa y pasan por la cabina repartiendo las revistas (sí, son gratis), luego, alguno hace el anuncio de la venta abordo de los cigarrillos sin humo (es en serio, sin humo) y pasa por la cabina a ver si alguien los quiere comprar. Seguido, el otro anuncia que como tenemos una cantidad limitada de comida abordo va a pasar por la cabina tomando pedidos (comida, no chucherías, ni café ni agua). A este punto, el inventario debe estar listo y salen los cuatro tripulantes con los 2 carritos de bebidas (y chucherías) para hacer el servicio. Terminado el servicio, el primero que se desocupe agarra el carrito de la basura y pasa por la cabina a recolectar los desperdicios, en el ínterin, se preparan los anuncios pre-grabados de las tarjetas de lotería. Una vez que el que va con la basura llega a la "cocina" posterior, otros 2 tripulantes se sitúan, uno al principio y otro en el medio de la cabina y se reproducen los anuncios, mientras cada uno sostiene un abanico de tarjetas, terminado con los anuncios, pasan por la cabina ofreciendo las tarjetas. Simultaneamente el nº1 está preparando el carrito con los productos duty free, cuando los que están con las tarjetas desocupan la cabina, hace el anuncio, incluyendo las promociones del mes y pasa con el carrito por la cabina para que los pasajeros puedan ver y comprar. Para el momento que llegue a la "cocina" posterior, debe estar saliendo alguien con el carrito de la basura otra vez, desocupada la cabina, 2 azafatos pasan recogiendo las revistas que la gente no desee llevarse a sus casa. Se enciende la señal de cinturones, los 4 aeromozos preparan la cabina para el aterrizaje, cada uno con una bolsita en la mano, aprovecha para recoger más basura. Dice el capitan landing in 10 minutes, se guarda la basura, se revisa que los baños tengan jabón, servilletas y papel, también que todo en la cocina esté en su sitio y asegurado. El acto termina con el anuncio del capitán cabin crew seats for landing.

ACTO IV
Una vez que el avión abandona la pista de aterrizaje e inicia su camino hacia la rampa, el nº1 hace el anuncio de bienvenida al aeropuerto de destino, agradeciendo a los pasajeros por haber elegido volar con la compañía, el avión se detiene, se apagan los motores y el capitán da la orden de abrir las puertas, una vez que las escaleras están en su sitio se inicia el desembarque y con la mejor de las sonrisas, se despide uno por uno al pasaje.

En un día promedio de 4 vuelos, se repite la obra, desde el ACTO II al IV, 3 veces más; obviando en el 2do acto la parte de hacer el inventario, que en el último vuelo se realiza en el ACTO III, junto con el cierre de caja que hay que presentar a la supervisora al final del día.

Espero que la función haya sido de su agrado

Thursday, 22 April 2010

Día de la Tierra - en el Cielo...

Quiero aprovechar la celebración del Día Internacional de la Tierra, para tocar un tema, que espero que no se salga mucho de las sugerencias que venía trabajando en el post anterior.

Hoy por hoy, considero que existe una conciencia ecológica que hace 15 o 20 años no teníamos.

Poco a poco nos hemos ido acostumbrando a separar la basura, a apagar las luces que no utilizamos, a comprar electrodomésticos de bajo consumo de energía, a retomar costumbres antiguas como secar la ropa al sol, procuramos que los productos de aseo personal (jabón, shampoo, desodorantes, cremas, etc) sean amigables con el medio ambiente, En fin, nos hemos dado cuenta que no hace falta encadenarse a un árbol para salvar a la tierra, que podemos poner nuestro granito de arena con modificar un poco nuestras actividades cotidianas.

Pero, por alguna razón que no comprendo del todo, esta conciencia parece disiparse a 10 km sobre el nivel del mar. La mayoría de mis pasajeros, supongo que creyendo que al final de cada vuelo una cuadrilla de limpieza viene a dejar el avión como una tacita de plata, convierten el espacio que ocupa durante el vuelo en verdaderos chiqueros. En un vuelo de hora y media, pasamos al menos 2 veces con el carrito de la basura y cuando preparamos la cabina para el aterrizaje, pasamos con una bolsa plástica para recoger cualquier desperdicio; aún así, por lo general el aspecto del avión al final de un vuelo, es, a escala, el de una ciudad recién atacada por un huracán.

Para su información, contamos sólo con 25 minutos para, literalmente, "darle la vuelta al avión" (turn around), por lo que es responsabilidad de los tripulantes hacer una limpieza somera de la aeronave, ya que no tenemos ni el tiempo, ni los recursos (artículos de limpieza, aspiradora, etc) para una limpieza a fondo. En esas limpiezas, me he encontrado con lindezas como, pañales sucios, condones, ropa interior; aderezado con los desperdicios típicos, vasos, botellas, servilletas, restos de comida etc.

Este hecho, para mi, representa una hipocresía tremenda ya que, en nuestras casas somos capaces de pelear con la visita porque tiró un papel en la cesta del plástico, pero cuando sabemos que tenemos a la "cachifa" que recoge detrás de nosotros, nos importa un bledo ensuciar, nos sabe a chocolate el impacto ambiental, por ejemplo, de tener que usar químicos para desinfectar la alfombra que cubre el suelo del avión para eliminar la mancha, mezcla de vino tinto, pupú y migas de galletas.

Perdón por la descarga y Feliz Día de la Tierra.

Wednesday, 21 April 2010

Manual de sugerencias para pasajeros Low Cost

El presidente de la compañía siempre nos dice que debemos lograr que nuestros pasajeros se conviertan en low cost friendly. Aunque estoy convencido que sólo lo dice de la boca para afuera, ya que buena parte de la rentabilidad de la empresa depende de los extras que pagan las personas que todavía no se acostumbran a viajar con un solo bolso de mano que pese menos de 10kg. En todo caso, operativamente hablando, a los azafatos sí nos vendría muy bien que nuestros clientes se formaran una cultura de lo que representa viajar en low cost y por eso he decidido colaborar con este granito de arena, a manera de FAQ.

P: Por qué en determinados vuelos no es posible ocupar los asientos de las filas 3 y 4, para el despegue y el aterrizaje? Están reservados esos asientos?
R: No, la mayoría de las compañías low cost operan una política de "asientos libres" ergo, no se reservan asientos a nadie (salvo en el caso de los minusvalidos). En el caso del Boeing 737-800, el manual del fabricante indica que se deben bloquear esas filas para el despegue y el aterrizaje en vuelos cuya ocupación sea inferior al 95%, para garantizar el adecuado equilibrio de la aeronave en estas maniobras (algunos aseguran que es para ahorrar combustible, pero lo del equilibrio es lo que dice el manual).
No insista, la decisión de bloquear o no estas filas, la toman, conjuntamente, el capitán y el dispatcher, dependiendo de la cantidad de pasajeros y equipaje, así como de los kilos de combustible repostado. La escena más bizarra que he vivido al respecto, un señor de unos 60 años, en un ataque de ira, agarró uno de los avisos que ponemos sobre las mesitas en esas filas, y mientras yo le explicaba por qué no se podía sentar allí, me rompe el papel en la cara y lo tira al suelo. Por un momento me imaginé agarrándolo por el cuello, como hace Homero con Bart, afortunadamente su esposa lo haló por la manga de la chaqueta para que siguiera su camino hacia el centro de la cabina.

P: Qué son los billetes prioritarios?
R: Como ya se ha dicho, la mayoría de las compañías low cost no asignan asientos a sus pasajeros al momento de comprar el billete. Esto, se supone, agiliza el proceso de embarque. La opción que se ofrece a aquellos pasajeros que viajan en grupo (familias principalmente) y "necesitan" sentarse juntos, o simplemente aquellos que no quieren participar en el despelote que implica disputarse un asiento con el resto del pasaje; es la adquisición de un billete de abordaje prioritario (priority boarding). Por una cifra que oscila entre 5 y 10 euros, se le ofrece al pasajero la posibilidad de abordar el avión algunos minutos antes para que puedan escoger sus asientos con calma.
Aclaratoria, si compra un billete prioritario debe asegurarse de estar en la puerta de embarca a la hora indicada (normalmente 30 minutos antes de la hora prevista para el despegue). Como el personal de tierra no vea a nadie en la fila de abordaje prioritario, empezará a abordar los pasajeros regulares. De nada vale llegar al final del boarding a armar un berrinche en el avión, ni modo que bajemos a todos los pasajeros para que ud pueda entrar de 1ero.
Aclaratoria II: al menos en la aerolínea que yo trabajo, el billete prioritario sólo le garantiza abordar el avión minutos antes que el resto del pasaje. No incluye beneficios como, sentarse en filas bloqueadas (insisto no están reservadas), derecho a subir con más de un equipaje de mano, ocupar todo el compartimiento superior, que se supone corresponde a 3 pasajeros, con una cartera, una bufanda y una chaqueta, etc, etc, etc.

P: Por qué no puedo tener mi bolso o mi cartera en mi regazo, durante el despegue y el aterrizaje, si ocupo un asiento en fila de salida de emergencia?
R: Las leyes que gobiernan el transporte aeronáutico nos obligan a pensar siempre en el peor escenario posible. Imaginese que sea necesario evacuar el avión, nervioso se le olvida que tiene sus pertenencias sobre las piernas, al levantarse estas caen al suelo, convirtiéndose en obstáculo para la salida, ya que pueden enredarse en sus pies o en los de otro pasajeros, causando tropiezo y/o caídas.
Por favor, un poquito de madurez, nada de esconderse las cosas detrás de la espalda, para ponérselas en las piernas en el ultimo minuto, ni hacer berrinches cuando se las quitamos para guardarlas en los compartimientos.

P: Por qué mi hija de 12 años o mi abuela con 85 no pueden ocupar asientos en fila de salida de emergencia?
R: La normativa internacional restringe la ocupación de los asientos en fila de salida de emergencia, a adultos en buena condición física y mental, ya que se requiere de estos pasajeros prestancia para colaborar con la tripulación en caso de una evacuación. Igual se prohibe la ocupación de estos asientos a mujeres en estado de gestación.
Esta es una de las cosas más difíciles con la que nos toca lidiar día a día a los azafatos. Cómo decirle a la abuelita que está muy vieja para sentarse en la salida de emergencia. Cómo abordar a la sra del vientre protuberante para indagar si es que está embarazada o simplemente se le ha pasado la mano comiendo waffles con nutella.

Como veo que se va alargando el post, creo que me tocará seguir el asunto en otras entregas...

Thursday, 15 April 2010

To protect & and to "sale"

Dice nuestro manual de operaciones:
"The purpose of Cabin Crew on ... flights is primarily for the safety of passengers, crew and the aircraft"
Que se puede traducir en: El propósito de los Tripulantes de Cabina en los vuelos de la compañía (no digo el nombre porque mi contrato incluye una clausula de confidencialidad y el manual es parte de los secretos de la compañía) es principalmente la seguridad de los pasajeros, tripulantes y del avión.
Desde el 1er día de entrenamiento nos machacaron esta consigna y nos explicaron que iba en ese orden: primero la seguridad de los pasajeros, después del resto de la tripulación y por último del avión.

Sólo el último día del curso giraba entorno a las ventas, una presentación en power point con los consabidos clichés de hacer contacto visual con el potencial cliente, evitar responder con un NO, tratar de encadenar productos (por ejemplo,ofrecer un croisant al que pide un café y viceversa). Luego una breve explicación sobre los productos que teníamos abordo y la necesidad de hacer anuncios públicos (PA's) sobre las promociones.

Lo que nunca nos explicaron, pero que descubrimos a los pocos días en la práctica, es que desde el punto de vista de la compañía una parte sustancial de nuestra función son las ventas a bordo que se miden por la media de las ventas realizadas por los 4 miembros de la tripulación, entre la cantidad de pasajeros transportados ese día (average spend). A cada combinación de vuelos corresponde una meta de average spend y cada base tiene una meta mensual. En mi caso (Charleroi) está alrededor de 1.50€.

Estas ventas se ven afectadas por factores disímiles, como fallas en la empresa de catering en proveernos con todos los productos del menú, nacionalidad y estado de ánimo de los pasajeros (no es lo mismo un vuelo a Dublín a las 6 am donde la mayoría de los pasajeros van durmiendo, que un vuelo a Málaga un Viernes a mediodía, donde va gente alegre por cambiar el frío del norte de Europa por la calidez del mar mediterraneo)

Nuestra Oficina, parece más la oficina de una empresa de venta por catalogo (Avón, etc) que la central de operaciones de una compañía aérea. Las paredes están forradas de afiches "invitándonos" a promocionar productos y el cristal que nos separa de la oficina de los jefes, está tapizado con listas de los mejores vendedores del mes, gráficos que muestran la evolución del average spend de la base y fotos de los tripulantes ganadores de incentivos que ofrecen los fabricantes/distribuidores de algunos productos.

Justo ayer me comentaba mi compañera de piso, que recibió una carta de la subcontratista que nos emplea, diciendo que tenía un nivel muy bajo de ventas y que la iban a estar monitoreando por los próximos 2 meses, que de no mejorar su situación iban a tener que tomar acciones en su contra. Probablemente yo me encuentre con una misiva similar, ya que el més pasado llegué dentro de los 10 últimos en el ranking de ventas de la base.

Es por eso que desde hoy he decidio iniciar una campaña, si viajas con mi compañía y llevas algo de sencillo, tan solo 1 euro podría salvar el empleo de un simpático tripulante, compren un chocolate, una galleta (en estos días teníamos unas en forma de conejo de pascua que terminaban siempre sin orejas u ojos debidos a los embates que sufren en el avión). La sonrisa de un tripulante con empleo será tu recompensa...

Wednesday, 14 April 2010

Olores de Verano...

La temperatura empieza a cambiar en Europa aunque en charleroi el mercurio sigue cayendo hasta los 0ºC en las noches. Sin embargo, la mayoría de los destinos a los que normalmente vuelo experimentan ya unos agradables 18 a 20 ºC como temperatura máxima del día.

En mi trabajo eso tiene sus ventajas y sus desventajas. La principal, y quizás única ventaja, es poder pasar unos minutos parado en la puerta del avión durante el desembarque y posterior embarque, en el aeropuerto de destino y disfrutar del Sol y la temperatura agradable.

Las desventajas, el tubo de aluminio que tengo por lugar de trabajo suele calentarse hasta 10ºC más que la temperatura exterior gracias a la radiación del Sol. Eso implica sudar la gota gorda, literalmente, al tratar de sentar a todos los pasajeros en menos de 10 minutos y arreglar sus equipajes en los compartimientos, usando un traje, mezcla de lana y material anti-inflamable (como el que usan los pilotos de F1, Mariale sabrá de esas cosas). Ya que siendo primavera, la mayoría de los supervisores (sobrecargos) exigen realizar el proceso con el uniforme completo, realizar estas tareas sin chaqueta está reservado a los meses de verano.

Si a esto sumamos los cuestionables hábitos de higiene de muchos pasajeros, cuya temperatura corporal junto con la temperatura interior de la cabina, desencadena una reacción química que deja como resultado un olor nauseabundo el cual, luego del despegue, es reciclado por el sistema de presurización de la cabina. A esto habría que sumarle, la obligación de invadir el espacio personal de los pasajeros para atenderlos debido a lo estrecho de la cabina.

Esta fórmula explosiva (o mejor dicho, repulsiva), llega a su máxima expresión en los vuelos marroquíes (desde y hacia marruecos). Ya que, a todo lo anterior se incorpora el olor de la comida que suelen traer abordo para consumir durante el vuelo y el de pañales sucios, por alguna razón asumen que la mesita de los asientos es también una estación para cambiar a sus infantes.

Ahora, el colmo de los colmos, es que encima te toque volar con un compañero con complejo de gato (una aversión irracional al agua es la única explicación que encuentro para que una persona preparada para el contacto face-to-face con el público descuide su higiene personal). Gracias a Dios no es lo usual, pero me volvió a ocurrir en días recientes. Normalmente, lo descrito en los párrafos superiores se soluciona abriendo la puerta en el aeropuerto de destino y dejando que el aire fresco (y limpio) se lleve el aire "contaminado". Pero, si el zorrillo apestoso es tu compañero, el truco de la puerta es inútil, no puedo describir lo nauseabundo que me resulta pasar 12 horas encerrado en un contenedor hermético con una persona, que encima no entiende que echarse perfume encima del tufo que destila, no hace más que empeorar la situación.

Sunday, 4 April 2010

Cuidado con el Alcohol...

Una de las primeras cosas que nos enseñan en el entrenamiento de Primeros Auxilios, es que los efectos del alcohol se agudizan durante el vuelo, concepto que no era del todo extraño para mi, ya que recuerdo de chamo los efectos catástroficos de quienes se tomaban un "calentaito" en la estación Pico Espejo de Mérida e inmediatamente empredían el camino de regreso a la ciudad.

Hará cosa de un mes, operaba un vuelo de Charleroi a Málaga, una vez acabado el 1er servicio de bebidas me llama una pasajera: "Chamo, tú de dónde eres?" -venezolano, respondo "Ya decía yo que me sonaba el acento..." siendo un vuelo a destino español los sobrecargos suelen pedirme que traduzca al castellano los Anuncios Públicos (PA's) sobre todo aquellos referidos a promocionar los productos que vendemos abordo. A este punto era inoficioso preguntar, así fuese por cortesía, la nacionalidad de la pasajera. Así, la conversación sigue:

"Chamo tengo sed, qué me puedes ofrecer" - veo que tiene una lata de cerveza, vendida por nosotros durante el servicio, así que le repregunto - desea otra cerveza?
"No, es que no me gustó, tienes whisky? Traeme mejor un güisquicito..." - Muy bien, lo desea con hielo "claro, si con hielito..." - agua? "ascooo, no pana con hielo está bien..." - En seguida se lo traigo...

Regreso con el whisky -aquí tiene serían 5.50€- me da 15€ y me dice "cuando termine este me traes otro y lo que quede es pa' que te tomes una cervecita en mi nombre..." - Muchas gracias - respondo.

Dejo pasar una media hora y me dispongo a servirle el 2do whisky, llego al asiento y la mujer no está en eso escucho "Chamooo, aquí...", la mujer se había cambiado de asiento y ahora estaba sentada en medio de dos mulatos de unos 2 mts de alto y más de 100 kgs de peso cada uno Para mis adentros pensaba, como la agarren entre los dos, a rompen. En fin, le sirvo el whisky y sigo con mi trabajo, en eso viene una de mis compañeras a decirme que la pasajera se está besando con los mulatos, pregunto con cuál, con los dos me dice.

Los tipos pensando que habían recibido una gracia del cielo, le compran otros dos o tres tragos, no recuerdo exactamente, y empieza a subir la temperatura entre besos con lengua y manoseos. Al rato, estamos preparando la cabina para el aterrizaje y escucho una campana de servicio, levanto la vista y los tipos me hacían señas. Cuando llego, la paisana tenía la cara verde y los ojos desorbitados, rápido busco una bolsa de mareo e improviso con unas servilletas y agua helada, unas compresas de agua fría. Les explico a los tipos, que de llegar a vomitar, procuren que sea en la bolsa.

Una vez en tierra, habiendo desembarcado todos los pasajeros menos ellos, me ofrezco a ayudarlos para desembarcar a la paisana, me replican que no, que ellos se encargaban. Sabiendo que lo primero que se van a encontrar es un puesto de control de la guardia civil, decido no discutir, pero la sobrecargo, en su condición de mujer, decidió interrogar a los tipos y sus intenciones para con la muchacha, su respuesta, simple, -en lo que lleguemos al hall la dejamos en una silla. Al final, decide tomar cartas en el asunto y poner el caso de la muchacha en manos del personal de tierra. Al final, el dispatcher (persona encargada por el aeropuerto para coordinar la llegada y la salida de un avión) me dice que hicieron lo propio, dejarla sentada en una silla de la terminal, ya que ni la policía ni los paramédicos quisieron hacerse cargo de ella.

Moraleja: cuidadito con pasarse de tragos en un avión....

Saturday, 3 April 2010

Miedo a Volar

Desde que los hermanos Wright se alzaron en vuelo hace más de 100 años, la especie humana se ha enfrentado al miedo que produce desafiar la ley de gravedad, despegar los pies de la tierra y ver como el mundo, tal y como lo conocemos, pasa a ser una fotografía de pequeños edificios, carros minúsculos y personas casi imperceptibles.

Un miedo que no es gratuito, los aviones comerciales suelen volar a una altitud de crucero de 40.000 pies (aprox. 12 km) sobre el nivel del mar, altitud donde la resistencia del viento es casi inexistente por lo que se maximiza la eficiencia de ahorro de combustible, que repercute en una disminución de costos. Sin embargo, la atmosfera a esa altitud es invivible. Los aviones de pasajeros presurizan sus cabinas simulando la atmosfera que encontraríamos en la cima de una montaña (entre 1.800 y 2.400 m). A esa altitud (40.000 pies) una descompresión explosiva reduce la expectativa de vida a unos escasos segundos.

No obstante lo anterior, las estadísticas lo confirman, el transporte aéreo es el medio de transporte más seguro del mundo, por experiencia propia les puedo contar, que todo el personal involucrado en la operación de la compañía es sometido a riguroso y continuo entrenamiento (especialmente pilotos y asistentes de vuelo), los aviones son objeto de mantenimiento diario, al finalizar el último vuelo del día un enjambre de ingenieros reciben el aeromóvil de nuestras manos y lo examinan milímetro a milímetro para verificar que todo esté en orden. Durante la operación, basta con que salte una luz del panel de instrumentos para que el capitán llame a los ingenieros, independientemente de las demoras que esto pueda causar. En el caso europeo, todas las compañías tienen que cumplir los estándares de la JAA (Joint Aviation Authority) quienes constantemente realizan inspecciones "sorpresa" en todos los aeropuertos del continente. En fin, que esto no es como el carro de la familia, que aunque la luz roja "Check Engine" parpadeé en el tablero le seguimos dando rosca hasta que nos deje varados en la carretera.

Todo este cuento viene a cuenta, porque hace un par de días, en dos de los cuatro vuelo que operaba me tocó atender a una persona con fobia a volar, se que la fobia es algo que va más allá de lo racional y que de pronto se ve agudizado al volar en una compañía aérea en la que el pasaje cuesta menos que un pasaje de autobús extraurbano, la gente suele tener la impresión de que volamos en latas de atún con alas, muy por el contrario, no cualquier avión aguanta la mecha de ocho despegues y ochos aterrizajes (4 de cada por turno) diarios, el más viejo de los aviones de nuestra flota tiene alrededor de 8 años y el rumor que corre por radio "pasillo" es que cuando se hace más costoso mantenerlos que comprar uno nuevo, se venden a aerolíneas del 3er mundo, quienes, a falta de regulaciones, los operan (sin darles el menor mantenimiento) hasta que la fatiga de los materiales terminan desembocando en catastróficos accidentes.

En resumen, el que tenga miedo a volar, piense que es mucho menos peligroso que agarrar carretera en Semana Santa. Pero, no deben perder de vista que el despegue y el aterrizaje son etapas críticas de cada vuelo, que no es un capricho de los tripulantes el pasar por la cabina antes de cada despegue/aterrizaje pidiendo que apaguen celulares y demás artículos electrónicos, que se abrochen el cinturón, cierren las mesas y bajen los reposabrazos, que abran las persianas de las ventanillas y que presten atención a la demostración de seguridad (en más de una ocasión me han parado justo al finalizar la demo para preguntarme dónde están los chalecos salvavidas). Así sea por educación (normas del buen hablante y del buen oyente) presten atención a los anuncios de seguridad. El accidente del Rio Hudson tuvo un 100% de sobrevivientes porque, precisamente, los pasajeros le pararon bolas a las indicaciones de la tripulación.

Los azafatos, no estamos vacunados contra el miedo, se puede evidenciar en pequeños gestos, por ejemplo, al terminar de preparar la cabina para el aterrizaje el sobrecargo suele decirle a los tripulantes que se sientan en la cola "see you on the ground" (nos vemos en tierra) antes de volver a su sitio en la "nariz" del avión, más que una afirmación, es una despedida inconsciente, con la esperanza de volvernos a ver una vez volvamos a estar sometidos al imperio de doña gravedad. En mi caso particular, me reconforta el saber que vuelo con un equipo de profesionales y todo lo que ya dije sobre el mantenimiento que se les da a nuestros “pájaros de aluminio”. Además que cualquier sensación de temor pasa a un segundo plano ante la responsabilidad de cuidar alrededor de 200 almas en cada vuelo.